La Fotografía en nuestros días
En la actualidad, la fotografía se ha desarrollado principalmente en tres sectores, al margen de otras consideraciones científicas o técnicas. Por un lado se encuentran el campo del reportaje periodístico gráfico, cuya finalidad es captar el mundo exterior tal y como aparece ante nuestros ojos, y el de la publicidad. Por otro tenemos la fotografía como manifestación artística, con fines expresivos e interpretativos.
El reportaje comprende la fotografía
documental y la de prensa gráfica, y por lo general no se suele manipular. Lo
normal es que el reportero gráfico emplee las técnicas y los procesos de
revelado necesarios para captar una imagen bajo las condiciones existentes.
Aunque este tipo de fotografía suele calificarse de objetiva, siempre hay una
persona detrás de la cámara, que inevitablemente selecciona lo que va a captar.
Respecto a la objetividad, hay que tener en consideración también la finalidad y
el uso del reportaje fotográfico, las fotos más reales, y quizás las más
imparciales, pueden ser utilizadas como propaganda o con propósitos
publicitarios; decisiones que, en la mayoría de los casos, no dependen del
propio fotógrafo.
Por el contrario, la fotografía
artística es totalmente subjetiva, ya sea manipulada o no. En el primer caso, la
luz, el enfoque y el ángulo de la cámara pueden manejarse para alterar la
apariencia de la imagen; los procesos de revelado y positivado se modifican en
ocasiones para lograr los resultados deseados; y la fotografía es susceptible de
combinarse con otros elementos para conseguir una forma de composición
artística, o para la experimentación estética.
Fotografía documental
El fotógrafo
británico Roger Fenton consiguió algunas de las primeras fotografías que
mostraron con crudeza la guerra de Crimea al público británico. Mathew B. Brady,
Alexander Gardner y Timothy O’Sullivan documentaron la triste realidad de la
guerra de Secesión. Después de la contienda, Gardner y O’Sullivan fotografiaron
el Oeste de Estados Unidos junto con Carleton E. Watkins, Eadweard Muybridge,
William Henry Jackson y Edward Sheriff Curtis. Las claras y detalladas fotos de
estos artistas mostraron una imagen imborrable de la naturaleza salvaje.
Documentación social
En lugar de captar la vida en otras partes del mundo, algunos
fotógrafos del siglo XIX se limitaron a documentar las condiciones de su propio
entorno. De esta manera, el fotógrafo británico John Thomson plasmó la vida
cotidiana de la clase trabajadora londinense alrededor de 1870 en un volumen de
fotos titulado Vida en las calles de Londres (1877). El reportero
estadounidense de origen danés Jacob August Riis realizó de 1887 a 1892 una
serie de fotografías de los barrios bajos de Nueva York recogidas en dos
volúmenes fotográficos: Cómo vive la otra mitad (1890) e Hijos de la
pobreza (1892). Entre 1905 y 1910 Lewis Wickes Hine, fotógrafo
estadounidense, captó también en sus imágenes a los oprimidos de Estados Unidos:
trabajadores de las industrias siderometalúrgicas, mineros e inmigrantes
europeos. En Brasil, Marc Ferrez plasmó en sus fotografías la vida rural y las
pequeñas comunidades indias. En Perú, el fotógrafo Martín Chambi recoge en su
obra un retrato de la sociedad de su país y en especial de los pueblos
indígenas.
Fotografía comercial y publicitaria
La fotografía se
ha utilizado para inspirar e influir opiniones políticas o sociales. Asimismo,
desde la década de 1920 se ha hecho uso de ella para impulsar y dirigir el
consumo, y como un componente más de la publicidad. Los fotógrafos comerciales
realizan fotos que se utilizan en anuncios o como ilustraciones en libros,
revistas y otras publicaciones. Con el fin de que sus imágenes resulten
atractivas utilizan una amplia gama de sofisticadas técnicas. Esta clase de
imágenes ha tenido un fuerte impacto cultural. La fotografía comercial y
publicitaria ha representado también un gran impulso en la industria gráfica
junto con los avances en las técnicas de reproducción fotográfica de gran
calidad. Destacaron en este campo Irving Penn y Cecil Beaton, fotógrafos de la
alta sociedad; Richard Avedon, que consiguió fama como fotógrafo de moda, y
Helmut Newton, controvertido fotógrafo de moda y retratista cuyos trabajos
poseen con frecuencia un gran contenido erótico.
Fotografía Artística
Los trabajos
pioneros de Daguerre y de Talbot condujeron a dos tipos distintos de fotografía.
El daguerrotipo positivo, apreciado por su claridad y detalle, fue utilizado en
especial para retratos de familia como sustituto del mucho más caro retrato
pintado. Más tarde, el daguerrotipo fue suplantado en popularidad por la
carte de visite, que utilizaba placas de cristal en lugar de láminas de
hierro. Por otro lado, el procedimiento del calotipo de Talbot era menos preciso
en los detalles, aunque tenía la ventaja de que producía un negativo del que se
podían obtener el número de copias deseadas. A pesar de que el calotipo se
asoció inicialmente a la fotografía paisajista, desde 1843 hasta 1848 esta
técnica fue utilizada por el pintor escocés David Octavius Hill y su colaborador
fotográfico Robert Adamson para hacer retratos.
Periodismo gráfico
El periodismo gráfico difiere de cualquier otra tarea
fotográfica documental en que su propósito es contar una historia concreta en
términos visuales. Los reporteros gráficos trabajan para periódicos, revistas,
agencias de noticias y otras publicaciones que cubren sucesos que abarcan desde
los deportes, hasta las artes y la política. Uno de los primeros fue el
fotógrafo francés Henri Cartier-Bresson, quien desde 1930 se dedicó a documentar
lo que él llamaba el "instante decisivo". Sostenía que la dinámica de cualquier
situación dada alcanza en algún momento su punto álgido, instante que se
corresponde con la imagen más significativa. Cartier-Bresson, maestro en esta
técnica, poseía la sensibilidad para apretar el disparador en el momento
oportuno. Los avances tecnológicos de la década de los treinta, en concreto las
mejoras en las cámaras pequeñas como la Leica, así como en la sensibilidad de la
película, facilitaron aquella técnica instantánea. Muchas de las imágenes de
Cartier-Bresson tienen tanta fuerza en su concepción como en lo que transmiten y
son consideradas a la vez trabajo artístico, documental y periodismo gráfico.
El corresponsal de guerra
estadounidense Robert Capa comenzó su carrera con fotografías de la Guerra Civil
española; al igual que Cartier-Bresson, plasmó tanto escenas bélicas como la
situación de la población civil. Su fotografía de un miliciano herido dio la
vuelta al mundo como testimonio del horror de la guerra. Capa también cubrió el
desembarco de las tropas estadounidenses en Europa el día D durante la II Guerra
Mundial y la guerra de Indochina, donde halló la muerte en 1954. Otra fotógrafa,
la italiana Tina Modotti, también estuvo en España durante la Guerra Civil como
miembro del Socorro Rojo. Asimismo, el español Agustín Centelles realizó una
importante labor documental durante la guerra, tomando fotografías tanto del
frente como de la retaguardia, entre ellas las de los bombardeos de la población
civil. En México, Agustín Víctor Casasola recogió en su obra conmovedoras
imágenes de la Revolución Mexicana y de Pancho Villa. Más recientemente, el
fotógrafo británico Donald Mc Cullin ha realizado trabajos en los que recoge
imágenes de los efectos devastadores de la guerra, que se recopilaron en dos
volúmenes bajo los títulos La destrucción de los negocios (1971) y
¿Hay alguien que se dé cuenta? (1973).
Fotografía y cinematografía ultrarrápidas
La mayoría de las cámaras modernas permiten exposiciones a
velocidades de hasta 1/1.000 segundo. Se pueden conseguir tiempos de exposición
más breves si se ilumina el objeto con un pequeño destello de luz. En 1931, el
ingeniero estadounidense Harold E. Edgerton desarrolló una lámpara
estroboscópica electrónica con la que consiguió destellos de 1/500.000 segundo,
que le permitía fotografiar la trayectoria de una bala. Mediante una serie de
destellos se pueden captar en el mismo fragmento de película las progresivas
fases de objetos en movimiento, tales como un pájaro volando. La sincronización
del destello del flash y del objeto en movimiento se logra con una célula
fotoeléctrica que acciona la lámpara estroboscópica. La célula fotoeléctrica
actúa al ser iluminada por el haz de luz, que se interrumpe por el objeto en
movimiento tan pronto como éste entra en el campo visual de la cámara.
Más recientemente se han desarrollado
obturadores ultrarrápidos electro-ópticos y magneto-ópticos que permiten tiempos
de exposición de hasta varios miles de millonésimas de segundo. Ambos
obturadores actúan por el hecho de que en algunos materiales el nivel de la luz
polarizada es alterado bajo la influencia de un campo magnético o eléctrico. El
disparador magneto-óptico consiste en un cilindro de cristal situado en el
interior de una bobina. A cada lado del cilindro de cristal hay un filtro de
polarización. Ambos filtros están cruzados para que cuando la luz pase a través
del primero se polarice y quede interrumpida por el segundo. Si un pequeño
impulso eléctrico pasa a través de la bobina, el nivel de polarización de la luz
en el cilindro de cristal se alterna y la luz puede pasar a través del sistema.
El obturador electro-óptico, construido
de un modo similar, consiste en una célula con dos electrodos llena de
nitrobenceno que está situada entre los dos filtros cruzados de polarización. El
nivel de polarización dentro del líquido cambia al recibir un pequeño impulso
eléctrico en los dos electrodos. Los obturadores electro-ópticos se han
utilizado para fotografiar la secuencia de las diferentes fases en la explosión
de una bomba atómica. El movimiento a alta velocidad puede estudiarse también
con la cinematografía ultrarrápida. Las técnicas convencionales, en las que
fotografías individuales fijas son tomadas en una secuencia rápida, permiten un
máximo de 500 fotogramas por segundo. Se pueden conseguir hasta un millón de
fotos por segundo al mantener la película fija y usar un espejo alternador
rápido (de hasta 5.000 revoluciones por segundo), que mueve las imágenes por un
orden secuencial. Para frecuencias extremadamente altas, como mil millones de
fotos por segundo, se descartan los métodos ópticos tradicionales y se utilizan
tubos de rayos catódicos.
Fotografía aérea
Las cámaras
especiales, instaladas en aviones sobre soportes antivibraciones, suelen estar
equipadas con varias lentes y con grandes cargadores de película. Se utilizan en
inspecciones de superficies extensas de terreno para cartografía, en el análisis
del crecimiento de las ciudades para su posterior urbanización, en el
descubrimiento de restos de antiguas civilizaciones y para observar la Tierra y
la distribución de la fauna y de la flora. Las cámaras montadas en los satélites
también se utilizan para este tipo de fotografía. La vigilancia y el
reconocimiento militar es una aplicación especial de la fotografía aérea.
Algunos satélites de reconocimiento están provistos con potentes teleobjetivos
que producen imágenes de alta definición con los que pueden observar automóviles
e incluso objetos más pequeños. Los métodos fotográficos modernos desde
satélites, que hasta hace poco eran utilizados casi exclusivamente con fines
militares, de espionaje y meteorológicos, son empleados, cada vez más, por los
geólogos para descubrir recursos minerales y por las agencias de noticias con el
fin de obtener al instante fotografías sobre sucesos que se producen en
cualquier parte del mundo.
Fotografía submarina
Las cámaras
submarinas precisan de una caja o carcasa herméticamente cerrada, con una
ventana de cristal o de plástico delante del objetivo. Durante las horas
diurnas, se pueden tomar fotografías a profundidades de hasta 10 metros. Para
tomas más profundas se necesita luz artificial, como la del flash electrónico o
focos. La calidad de las fotos depende de la claridad del agua. En aguas turbias
o llenas de partículas, que reflejan la luz, éstas impiden hacer fotografías,
excepto primeros planos. En este medio, los fotógrafos suelen utilizar objetivos
de gran angular para compensar el efecto de aumento que se produce debajo del
agua (todo parece estar un 25% más cerca de lo que está en realidad). Esto se
debe a que el nivel de refracción en el agua es mayor que en el aire. Captar con
una cámara la belleza del mundo acuático es una actividad popular entre los
aficionados al submarinismo. Las cámaras especiales submarinas, con carcasas
altamente resistentes a la presión, se utilizan también para la exploración
marina a grandes profundidades.
Fotografía científica
En la investigación científica, las placas y películas
fotográficas se encuentran entre los elementos más importantes para la
fotografía, no sólo por su versatilidad, sino también porque la emulsión
fotográfica es sensible a los rayos ultravioleta e infrarrojos, a los rayos X y
gamma y a las partículas cargadas. La radiactividad, por ejemplo, fue
descubierta al ennegrecer accidentalmente la película fotográfica. Muchos
instrumentos ópticos, como el microscopio, el telescopio y el espectroscopio, se
pueden utilizar para obtener fotos. Otros instrumentos, como los microscopios
electrónicos, osciloscopios y terminales de ordenador, están equipados también
con mecanismos para tomar fotos o con adaptadores que permiten el empleo de una
cámara normal. En los laboratorios se suelen utilizar cámaras Polaroid para
obtener imágenes de los resultados de la investigación con rapidez. Una de las
actividades más importantes en la investigación sobre la física de partículas es
el estudio de miles de fotos tomadas en las cámaras de burbujas de los
detectores de partículas con el fin de encontrar interacciones entre ellas.
Mediante el uso de películas especiales se puede fotografiar directamente el
rastro o la estela de partículas cargadas.
La fotografía que capta imágenes de
rayos X, llamada radiografía, se ha convertido en un importante medio de
diagnóstico en medicina. La radiografía, que utiliza potentes rayos X o gamma,
se emplea también para descubrir defectos estructurales y de soldadura en
recipientes de presión, tuberías y piezas mecánicas, en especial aquellas que
son esenciales por medidas de seguridad, como las de centrales nucleares,
aviones y submarinos. En muchos casos la película, protegida de la luz en un
envoltorio estanco, se aplica contra un lado del objeto mientras que éste recibe
la radiación desde el otro. La fotografía de los rayos X se utiliza también para
estudios estructurales de materiales cristalinos. Con el desarrollo del láser,
una técnica llamada fotografía sin lente, la holografía, es capaz de reproducir
imágenes en tres dimensiones.
Fotografía astronómica
En ningún otro campo de la ciencia la fotografía ha
desempeñado un papel tan importante como en la astronomía. Al colocar una placa
fotográfica en el plano focal de un telescopio, los astrónomos pueden obtener
imágenes exactas de la situación y brillo de los cuerpos celestes. Comparando
fotografías de la misma zona del cielo, tomadas en diferentes momentos, se
pueden detectar los movimientos de ciertos cuerpos celestes, como los cometas.
Una importante cualidad de la placa fotográfica utilizada en astronomía es su
capacidad para captar, mediante exposiciones de larga duración, objetos
astronómicos casi imperceptibles que no pueden ser observados visualmente.
En los últimos tiempos se ha mejorado
la sensibilidad de la fotografía mediante técnicas que permiten una mayor
precisión de la imagen. En un proceso conocido como efecto fotoeléctrico, la luz
de las estrellas libera electrones en un fotocátodo situado en el plano focal
del telescopio. Los electrones liberados se dirigen hacia una placa fotográfica
para formar la imagen. Gracias a ciertas técnicas informáticas se consiguen
imágenes más detalladas y exactas procedentes, en ocasiones, de fotografías del
espacio exterior borrosas y alejadas. Los ordenadores digitalizan la información
fotográfica y después la reproducen con una definición mayor.
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